La felicidad se ha vuelto un objetivo perseguido de forma errónea, como si fuera un destino o una meta tangible. Según el psiquiatra Robert Waldinger, director del Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard, uno de los estudios más largos sobre el bienestar, el verdadero enemigo de la felicidad es creer que se alcanza solo con logros materiales o la “vida perfecta” que proyectamos en redes sociales.
Haz un ejercicio de conexión Hoy, dedica al menos 10 minutos a una llamada o encuentro con una persona significativa en tu vida. Este simple acto de conexión genuina, según los hallazgos de Waldinger, es una de las mayores fuentes de bienestar duradero. Cultivar relaciones verdaderas no solo es el antídoto al “enemigo”, sino también el camino hacia una vida más plena y feliz.