FALSO HONOR •Maulana Jalaluddin Rumi (ra) Una noche, Jalaluddin Rumi, que Allah tenga misericordia de él, invitó a su maestro, el jeque Shamsuddin Tabrizi, a su casa. El Murshid (guía espiritual), Shamsuddin, aceptó la invitación y fue a la casa de Rumi. Después de que todos los platos de la cena estuvieron listos, Shams le dijo a Rumi: "¿Puedes ofrecerme algo de beber?" (refiriéndose a vino/alcohol). Rumi se sorprendió al escuchar esto: "¿El maestro también bebe?" "Sí", respondió Shams. Rumi todavía estaba sorprendido: "Lo siento, no sabía esto". "Ahora lo sabes. Entonces, ofrécemelo". “¿Dónde puedo conseguir vino a estas horas de la noche?” “Dile a uno de tus sirvientes que lo compre.” “Mi honor ante mis sirvientes se perderá.” “En ese caso, sal tú mismo a comprar el vino.” “Toda la ciudad me conoce. ¿Cómo puedo salir a comprar algo de beber?” “Si eres verdaderamente mi alumno, debes proporcionarme lo que te pido. Sin bebida, esta noche no comeré, no hablaré y no podré dormir.” Por amor a su maestro, Rumi se puso su capa, escondió una botella debajo y caminó hacia el barrio cristiano. Hasta que entró en el barrio, nadie pensó nada de él. Sin embargo, una vez que entró en el barrio cristiano, algunas personas se sorprendieron y comenzaron a seguirlo. Vieron a Rumi entrar en una taberna. Se le vio comprando una botella de bebida, luego la escondió debajo de su capa y salió. La gente continuó siguiéndolo y el número aumentó. Finalmente, Rumi llegó frente a la mezquita donde era el imán de la ciudad. De repente, uno de los que lo seguían gritó: “¡Oh gente, el jeque Jalaluddin Rumi, que dirige sus oraciones todos los días, acaba de ir al barrio cristiano y compró alcohol!” La persona dijo esto mientras destapaba la capa de Rumi. La multitud vio la botella que Rumi sostenía. “¡El hombre que dice ser un asceta, y a quien ustedes siguen, compró alcohol y lo está trayendo a casa!” El hombre gritó provocativamente. La gente se enfureció y comenzó a escupir en la cara de Rumi y a golpearlo hasta que su turbante se deslizó hasta su cuello.

Muy bello azam de sheik Bahaaudin.... Hoy viernes del día de conmemoración de nuestro amado profeta Mohamed

“CALMA LAS AGUAS DE TU MENTE Y EL UNIVERSO SE REFLEJARÁ EN TU ALMA” – Rumi

QUITA LA ENVIDIA DEL CORAZÓN Sheik Nazim Adil al Haqqani (ra/qsa) Pero, ¿cómo, exactamente, puede uno superar su envidia? Para cada enfermedad hay un médico, un especialista, que sabe muy bien cómo tratar esa enfermedad, y hay médicos espirituales que pueden tratar la envidia. Si sigues a personas que nunca llevan envidia en sus corazones, su estado puede contagiarte también a ti. Pero si sigues a personas enfermas, su enfermedad puede contagiarte también a ti. Hay que ser muy, muy, cuidadoso al buscar un especialista que sea capaz de eliminar la envidia de uno y dar, en cambio, de su propio estado. Si puedes encontrar a una persona así, una persona que tenga un estado realmente bueno para dar, entonces sé como su sombra, siempre siguiendo sus pasos. Si tu corazón está en paz con cierta persona, esa paz es una señal de que su estado es realmente bueno y que es adecuado para ti. Pero si te sientes de alguna manera incómodo e insatisfecho, debes buscar a otro. …. Por lo tanto, no hay nada de malo en ir de una persona conocida como jeque a otra y otra más hasta que encuentres la satisfacción de tu corazón. Si una persona enferma se beneficia del tratamiento de un médico y se recupera, no tiene necesidad de seguir buscando más médicos. ¿Por qué razón la envidia se propaga entre la humanidad como un reguero de pólvora? *El amor a esta vida es la razón. Aquellos que aman esta vida envidian a los demás su porción de ella. Es por eso que el Profeta dijo: “El amor a esta vida es la fuente de todo pecado”. Es muy tonto que los creyentes lleven en sus corazones la envidia de las personas que se dedican únicamente a la búsqueda de los placeres de esta vida. Si uno afirma creer en la vida eterna, en el paraíso y el infierno sin fin, ¿cómo puede arrojarse al infierno? *Todo creyente debe saber que este mundo no es para cualquiera, sino para todos. Una vez que ha comprendido esta sabiduría, se mantiene tranquilo y en paz, lejos de perturbaciones, problemas y dificultades. El que sabe que el mundo no es para nadie sino para todos, será

Sura al-Fîl (El Elefante) - Nº 105 Ésta sura, fue revelada en La Meca y consta de cinco aleyas contenido y mérito de su lectura Como su título lo indica, ésta sura señala el famoso e histórico hecho, que tuvo lugar el año en que naciera el Profeta Muhammad (PB), cuando Dios protegió a la Ka‘ba, de la malicia de un gran ejército de elefantes guerreros, montados por incrédulos provenientes del Yemen. El Corán recuerda aquel insólito evento, a modo de advertencia, para que los incrédulos egoístas y caprichosos de La Meca, cuya mayoría lo había vivido en carne propia, supieran que no poseen el mínimo poder, cuando se trata de enfrentar el poder de Dios, y que el mismo Dios, que aniquiló al vigoroso ejército de elefantes, por medio de pequeñas aves que arrojaban arcilla figulina, tenía el poder suficiente para castigar a los arrogantes, cuyo poderío y numerosidad no superaba al de Abrahah. Fue como si el Corán hubiese preguntado: ¿Cómo es posible que no se dignen a descender del vehículo de la arrogancia, siendo que observaron aquel acontecimiento con sus propios ojos? Dijo el Imam As-Sâdeq (P), respecto al mérito de su lectura: “El día del Juicio Final, cada montaña, cada llanura y cada roca, atestiguará que quien la recitó se cuenta entre los orantes. Y se oirá: Fue dicha la verdad respecto a mi siervo, aceptaré el testimonio, que entre al Paraíso sin necesidad de que medie el cómputo. Por cierto que yo lo amo y amo su accionar”.[1] Evidentemente tal mérito y recompensa, será para aquel que al leerla, reprima su orgullo y comience a transitar el sendero de la complacencia divina